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¿Por qué Decidí ser Madre?

Updated: Apr 12, 2021

Basta con mirar el trabajo que tiene cualquier madre diariamente para que las más jóvenes, que todavía no han tenido hijos, se pregunten: ¿VALE LA PENA?


Desde pequeñas se nos ha inculcado el deseo de ser madres, especialmente por el ejemplo de abnegación y dedicación de nuestras propias madres. Luego al transitar la adolescencia empezamos a notar que nuestra mamá no es una heroína y nos prometemos a nosotras mismas que no cometeremos los mismos errores y que las “superaremos”. Claro que eso es temporal y cuando nos toca a nosotras este rol entendemos que no es fácil. Renovamos de, alguna manera, el amor y admiración que teníamos por ellas y entendemos el valor de su trabajo y esfuerzo.

¿PORQUE RAZÓN QUEREMOS SER MADRES?


Recuerdo, cuando era niña (¡hace ya mucho tiempo!) tenía una muñeca de plástico, rígida, a la cual no se le podía sacar su vestido. Por supuesto nada que ver con las muñecas de mis nietas que son voluminosas, flexibles, hablan, comen, hacen pipi y lloran. Sin embargo, yo cuidaba de mi muñeca, imaginaba que era mi hija. La bañaba, vestía, la peinaba, la abrazaba y la amaba.


¿Por qué?


Porque naturalmente era mi sueño más hermoso: tener una familia con muchos hijos. Es un instinto que está en la mayoría de las mujeres. Como Eva fue llamada “la madre de todo ser viviente” aun antes de tener hijos, una mujer es madre aun antes de tener hijos porque tiene el potencial divino y las cualidades para llegar a serlo.


¿HAN CAMBIADO LAS MUJERES EN LA ACTUALIDAD?


Claro que no. Su naturaleza no ha cambiado. El deseo de ser madre se puede ocultar por un tiempo porque la mujer prefiere dedicarse a otras tareas, pero en algún momento de su vida este sentimiento aflorará.

Las jóvenes madres de hoy en día se han dado cuenta que ser madres puede permitirles progresar en otros ámbitos también. Ellas, van a la universidad y estudian mientras le dan un biberón a sus hijos. Ellas adaptan sus trabajos para reservar un tiempo de calidad para enseñar y cuidar de sus hijos.

Son esposas, madres e hijas de Dios con dones y talentos que desean desarrollar para influenciar en los que las rodean.


No podemos enseñar a nuestros hijos si no nos cuidamos y desarrollamos en estos cuatro campos:


· ESPIRITUAL

· FISICO

· EMOCIONAL

· INTELECTUAL


No podemos ser perfectas o tener todas las respuestas ya que ser madre se aprende mientras caminamos ese sendero. Pero si podemos enfocarnos en progresar y desarrollar todos nuestros talentos. Confiar en Dios y en nosotras mismas.


Y tengamos en cuenta esta escritura tan inspirada:


“Basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos" Éter 12:27


¡No estamos solas! ¡En todo lo que nos embarquemos a hacer, tenemos la ayuda del Señor!

Como una mama ya convertida en abuela, les puedo aconsejar que disfruten su maternidad sin culpas. Hagan lo mejor posible, confíen en ustedes mismas y sigan desarrollándose en todos los campos todo lo que sea posible. háganse el tiempo para cada cosa y recuerden que los niños crecen tan rápido que no nos damos cuenta y pasó la vida.

Disfruten de cada pequeña vivencia cotidiana: sus abrazos, besos, el bañarlos, prepararlos para la escuela, alzarlos y girar con ellos, escuchar sus risas, sus llantos, sus olores. Todo eso extrañaran hasta que lleguen los nietos y nos dan otra oportunidad.


Con cariño, Giannina Conde

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